Las vacaciones fueron una delicia... buscar ambientes relajados para reencontrar el camino y retomar fuerzas.
Estando en El Paso, Tx. tuvimos que elegir: Las Vegas con su atractivo en todo su esplendor, pero con una temperatura que rallaba arriba de los 40 grados, o parte de la Sierra en Nuevo México con un ambiente relajado, tranquilo y con temperaturas de 16 grados en promedio. Dado el cansancio que nos agobiaba la decisión no tardó mucho en aflorar: el condado de Lincoln fue el ganador.
En Sierra Blanca tuvimos oportunidad de subir a lo alto de la montaña debido a que el teleférico funciona también en verano para llevar a los turistas en un paseo que les permite apreciar el bosque en un momento distinto al del ski.
En Sierra Blanca tuvimos oportunidad de subir a lo alto de la montaña debido a que el teleférico funciona también en verano para llevar a los turistas en un paseo que les permite apreciar el bosque en un momento distinto al del ski.
Estando en lo alto la lluvia no tardó en llegar cubriendo a la zona con una delicada brisa que en momentos arreciaba haciendo practicamente imposible la visibilidad en el horizonte.
Gozando de unos dias maravillosamente frescos logramos dejar atrás el estres que habiamos acumulado durante los meses previos a las vacaciones y envueltos en ese estado de ánimo regresamos a casa para recargar baterias y emigrar nuevamente hacia nuestra bella Sierra Tarahumara, la cual como siempre en esta temporada reluce en el esplendor del verde que se derrama por las laderas de las montañas.
En pleno inicio del mes de agosto tuve que adquirir de emergencia en aquellos lugares una chamarra ligera para protegerme del frio, ya que por falta de previsión y por creer que la temperatura iba a estar similar a la de Ruidoso, solo me llevé un rompevientos y una camisola para hacer frente al cambio climático.
En pleno inicio del mes de agosto tuve que adquirir de emergencia en aquellos lugares una chamarra ligera para protegerme del frio, ya que por falta de previsión y por creer que la temperatura iba a estar similar a la de Ruidoso, solo me llevé un rompevientos y una camisola para hacer frente al cambio climático.
Las noches estuvieron acompañadas del crepitar del fuego en la chimenea de la cabaña, ya que el frío húmedo calaba hasta los huesos. Así es que enmedio de un clima que invitaba al romanticismo, pasamos otra semana descansando y disfrutando de los bellos paisajes que solo la Sierra sabe ofrecer.
De una manera muy resumida tal vez, y con bastantes días de retraso, he aquí que cumplo la promesa de hacer una breve relatoría de lo que fueron mis vacaciones. Breve porque el cúmulo de experiencias vividas es tal que probablemente de pie para ir desglosando los recuerdos en gajos desligados del tiempo.
Hasta aquí algunos de los momentos vividos intesamente en estos dias pasados.
De una manera muy resumida tal vez, y con bastantes días de retraso, he aquí que cumplo la promesa de hacer una breve relatoría de lo que fueron mis vacaciones. Breve porque el cúmulo de experiencias vividas es tal que probablemente de pie para ir desglosando los recuerdos en gajos desligados del tiempo.
Hasta aquí algunos de los momentos vividos intesamente en estos dias pasados.
Que delicia de viaje, me noto verde de envidia... cuentanos más cosas niña que los que no nos hemos movido de casa necesitamos saber que hay un mundo ahí fuera
ReplyDeleteBesotes.
Como dice pedazodecaos, para morirse de envidia!! Un saludo!
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